ENSAYO FINAL




¿POR QUÉ LA CENTRAL?

En la actualidad, la Universidad Icesi cuentan con 4.646 estudiantes inscritos (periodo 2011-2), con 19 carreras de pregrado, 8 maestrías y especializaciones. Además de la variedad de carreras que ofrece la Universidad, la acreditación del Ministerio de Educación Nacional la posiciona como una institución de Alta Calidad, debido en gran parte a la metodología de aprendizaje: “Aprendizaje Activo”. Ésta cuenta con siete cafeterías ubicadas en las instalaciones del plantel, que tienen mesas con sombrillas, sillas cómodas y una cálida atención; además cada una de ellas tiene características propias que las identifican y hacen que los clientes las prefieran acorde a sus necesidades (precios, calidad de la comida y de la atención, sabores, espacios, comodidad, ambiente, entre otros): Bristo, Café Sabor, Wonka, La plazoleta, The Snack Café, Mr. Arepa y la Cafetería Central Isabela. La última es de procedencia mixta, gracias al convenio que existe entre ésta y la Universidad que consiste en dar almuerzos de lunes a sábado a los estudiantes beneficiados con la Beca Icesos[1], 346 estudiantes. Es por esto que regularmente entre el medio día y las dos de la tarde la Central es la más concurrida de todas las cafeterías, tanto que muchos estudiantes se quedan sin sillas para almorzar, y optan por comprar en la Central y comer en sus alrededores (pasillos de los auditorios, mesas de estudio del edificio A y B).
En la Central pasa lo mismo que en Colombia: a pesar de que los ciudadanos no estemos de acuerdo con todo lo que pasa en nuestro país, hablamos en voz baja y nos conformamos, con la excusa de que no durará para siempre, de que sólo lo tendremos que soportar cierto tiempo, de que no nos toca directamente o en el peor de los casos que nada se puede hacer para cambiarlo, como si el diálogo, las sugerencias o recomendaciones no fueran un instrumento latente para cambiar lo que a un pueblo le afecta.
 En la Icesi, los comensales  se adaptan a estas condiciones, porque a pesar de que la comida de la Cafetería Central sea repetitiva y poco apetecible, encuentran en ella un lugar para alimentarse, hacer vida social y estudiar.


Menú de día: Carne vegetariana con ensalada de pollo. Cierto día, una profesora decía que después de media  jornada  de trabajo, no había nada mejor que un almuerzo de la Cafetería Central, sobre todo por las ensaladas tan apetecibles que ofrece. Si lo hubiera dicho frente de un gran grupo de comensales en la hora del almuerzo en dicha cafetería, sin duda más de la mitad de los asistentes refutarían tal afirmación, exponiendo que los menús son rutinarios y repetitivos, y que si en sus manos estuviera, lo cambiarían totalmente.
La Cafetería Central ofrece una variada gama  de menús, que abarcan tanto platos con complementos nutricionales, como pollo, pescado y carne que proporcionan las proteínas que necesitan los estudiantes para rendir en todas las actividades académicas, acompañadas de surtidas ensaladas que llenan de color los almuerzos, haciendo que la comida entre por los ojos. Además del menú estándar la cafetería ofrece platillos alternativos como mini especiales, ensaladas, lasañas, nachos, entre otros, que hacen más atractivo almorzar en este lugar. Un típico menú en la Central de todos los viernes: arroz blanco; frijoles o blanquillos; costilla ahumada, chicarrón frito, salchichón  o carne de hamburguesa; ensalada roja; y jugo de maracuyá o de mango. No hay que negar que la combinación suene apetecible, pero cuando es esto lo que te ofrecen cada viernes, es aburridor y se desearía  cambiar de cafetería. Los demás días la comida varía entre pollo a la plancha (todos los días),  arroz blanco, tres tipos  de ensaladas, pepas (lentejas, garbanzos o blanquillos), tajadas de plátano,  maduro asado o frito,  sopas (verduras, fideos, ajiaco, y en ciertas ocasiones se puede topar con una “sopa” con todos los ingredientes anteriores, jugos (insípidos en su mayoría, y raramente pescado.
A decir verdad, todo entra por los ojos: cuando se le pregunta a alguien cómo es su pareja ideal, entre sus respuestas se encuentras cualidades físicas como el color de los ojos, la sonrisa, estatura o color y largo del cabello. Así mismo pasa con la comida: cuando la vemos, escogemos la que esté más apetecible  a la vista, pues si se ve bien sabe bien.
La cuestión con los platos de la Central es que se ven muy bien, pero no saben igual.


Menú del día: Sancocho de pescado acompañado con ensalada roja y habichuelas. Además de que  la comida sea un factor indispensable en la vida de las personas, sin una buena compañía ésta no sería la misma, de aquí que las mesas de la Cafetería Central Isabela tengan capacidad para muchas personas, que hace del almuerzo una experiencia amena y confortable, porque a nadie lo gusta comer solo, aunque existen remotas excepciones.
Uno de los fuertes de la Central, es el gran espacio con el que cuenta, ya que tiene a la disposición del público 688 sillas para que las usen en lo que necesiten, principalmente para almorzar (en el horario establecido, de 11:30a.m. a 2:00p.m.). Por ejemplo, en la Cafetería Central las sillas están distribuidas en dos plantas, en la alta sólo hay mesas para cuatro personas cada una, pero en la planta baja, además de estas mesas se encuentran las sombrillitas, en la zona descubierta de la cafetería ideales para un día soleado, o para divisar los diferente eventos que tienen lugar en el Teatrino.  En comparación con la Central, las demás cafeterías tiene una distribución más pequeña, con máximo 15 mesas, unas cubiertas (Bristo, Café sabor y Mr. Arepa) y otras al aire libre (Wonka, La Plazoleta, The Snack Café). Este aspecto aventaja la Cafetería, pues así como el conejo busca una madriguera cada vez más grande para sus crías, los estudiantes buscan un lugar amplio, cómodo y flexible para comer, pues es bien sabido que a nadie le gusta comer en un sitio estrecho, incomodo u oscuro, aunque hay anomalías.
Decía que el Teatrino, es un escenario para artistas invitados, shows y presentaciones que llaman la atención de muchas personas de la Universidad, tanto estudiante, cuerpo docente o personal administrativo/de servicios  que acuden a este lugar para distraerse, pasar un rato ameno o hacer parte del espectáculo; como este escenario  no tiene disposición para gran cantidad de personas y la Cafetería Central está muy cerca (aprox. 10mt.) ésta se convierte en el lugar perfecto para que los asistentes vean el espectáculo desde ella, y de paso coman algo en sus instalaciones (sándwiches, gaseosas, Snacks, etc.).


Menú del día: arroz mixto con ajiaco, tajadas de plátano y jugo de mora. La fama de los Icesistas se debe a la metodología de aprendizaje, El Aprendizaje Activo(previo estudio y preparación individual por parte del estudiante del tema de la siguiente clase, en donde el estudiante estudia, lee, compara y lleva dudas -indispensables para le conocimiento- a la clase, que posteriormente son resueltas por el docente de modo que la clase se hace amena, y es más probable que todos entiendan), además a la gran dedicación, a los horarios  y  la carga académica de la Universidad, pues mientras que en un fin de semana muchos universitarios están en discotecas o en eventos sociales, en su gran mayoría los­ estudiantes de Icesi están en sus casa, estudiando bien sea para parciales, exposiciones, trabajos a para la siguiente clase. A pesar de que la Universidad Icesi cuenta con muchos espacios destinados para estudiar, como la biblioteca, “los quesos” (cubículos de estudio ubicados en el edificio D),  mesas ubicadas en toda la universidad en la planta baja y los mismos salones de clase, entre otros lugares, cada semestre la demanda de estudiantes aumenta, y estos sitios de estudio pierden la capacidad de albergar a tantos estudiantes. Es aquí cuando la Central entra en juego: gracias a su iluminación, corrientes de aire y gran cantidad de sillas, los estudiantes acuden a ella para repasar, hacer trabajos y preparar clase, y de paso comer algo con el objetivo de  recargar fuerzas y concentrarse.
Es indispensable que después de cada clase, el estudiante tenga presente la importancia de dicha materia para su carrera, y tome la iniciativa de estudiar bien sea por medio de las tutorías o por sus propios medios; pero esto no lo logra del todo solo: si por ejemplo un estudiante de Administración de Empresas sale de una clase indispensable para su carrera, y decide seguir estudiando con un grupo de amigos porque considera que necesita reforzar lo visto en clase, opta por buscar lugares  de estudio, como la biblioteca o los “quesitos”, pero si no hay disponibilidad en ninguno de ellos (como suele suceder), sabe que en la Cafetería Central Isabela cuenta con muchas mesas para estudiar, que las puede acomodar según su necesidad y que, de paso puede comer algo ahí mismo, sin tener que desplazarse a grandes distancias para conseguir algo de comer. Es asi como los estudiantes de Icesi se quedan con cortas  excusas de por qué no estudiar, o realizar las actividades propuestas en clase, ya que cuando de espacios propicios para el estudio se trata, la Universidad, y en especial la Cafetería Central le ofrecen la respuesta.


Cabe aclarar que algunos comensales de la Central, como los beneficiarios a la beca Icesos no van por alimentarse, hacer vida social o estudia específicamente, sino porque  es una condición de la beca, que les brinda un almuerzo diario en la Cafetería Central. Pese a que los estudiantes con esta beca comen en la cafetería a diario, esto no es condición suficiente ni necesaria para que les agrade al comida, ya que el 90% de un grupo encuestado[2] (20 personas) afirmaron que no les agradaba el menú de dicha cafetería, que les parece  repetitivo y rutinario y que de ser por ellos, cambiarían el menú por uno más variado, apetecible y nutritivo. Es preocupante que muchos de los estudiantes tengan esa percepción tan negativa de la comida de la Cafetería, además no son sólo los becados (Icesos) sino también estudiantes sin ningún tipo de beca, pues en una encuesta similar, se obtuvieron resultado similares[3]. Sería pertinente que la administración de la Cafetería Central realizara encuestas, o dispusiera de un buzón de sugerencias para que sus comensales dieran sus opiniones, y de este modo mejorar tanto la calidad, variedad y sabor en la comida como en la atención al cliente. Más preocupante aun es que  el 70% de los encuestados cree que los menús deberían ser cambiados. Es una cifra preocupante, pues aunque no es una muestra representativa, el hecho de que 14 de 20 personas crean que algo está funcionando mal es significativo, y amerita una revisión por parte de la administración. Por ejemplo una estudiantes afirmaba que las ensaladas: “las sirven como si fuéramos conejos: mal cortadas, con mucha agua y con un fuerte sabor a cloro”. Jugos insípidos, arroz pegado, carne dura, sopas saladas, tajadas pegadas y maduros quemados son algunas de las características de la comida de la Central; cabe aclarar que esto es ocasionalmente, pues de presentarse todos los días, nadie comería en este lugar.  Sin embargo, aunque no les guste la comida, estudian y hacen vida social en este lugar; el sólo hecho de sentarse a comer implica una compañía, sobre todo en los horarios de almuerzo donde sino todos, la gran mayoría de los estudiantes de la Universidad salen de clase, y la congestión en las cafeterías es cada vez mayor, tanto que algunos comensales optan por comprar en este lugar, pero comer en sus alrededores, como en los pasillos de los auditorios ubicados en la parte trasera del Teatrino. Si les desagradara la comida tanto como dicen, podrían por ejemplo vender sus almuerzos y con ese dinero comprar algo diferente en el mismo lugar o en otra de las seis cafeterías de la Universidad.

En resumen,  de las siete cafeterías de la Universidad Icesi, la Cafetería Central Isabela es la más concurrida de todas, no sólo en horas de almuerzo, sino también a lo largo de  la jornada estudiantil. Sus comensales acuden a ella y la prefieren porque en ella encuentran el lugar propicio  para hacer vida social, gracias a la gran cantidad de mesas y sillas con las que cuenta, al espacio y a que la Central se ha convertido en centro de encuentro.  A su vez las mesas son ideales para estudiar, pues los espacios designados para ello están la mayor parte del tiempo ocupado; y lo más importante: van a la Central para comer, pues los platos son completos, son lo más acercado a una comida familiar y los precios juegan un papel decisivo.
Es así como la Central se convierte en el lugar predilecto de la mayoría de los Icesistas, no sólo por las características mencionadas a lo largo del presente texto, sino porque es hábito, costumbre y “tendencia” comer allí; porque la Cafetería Central es acogedora, con cierto aire de familiaridad, porque la comida, la sazón de ella se acerca a un almuerzo familiar




REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1.